Germán es Abogado, egresado de la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor. Realizó posgrados en la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado y una Maestría en Derecho Administrativo en la Universidad Austral. Cuenta asimismo con una certificación del GAFILAT como participante del Seminario de Evaluadores en el Marco de la Cuarta Ronda de Evaluaciones del GAFI, en Lima (2014).
Su carrera profesional transitó por el sector público, en el Ministerio de Economía y la Unidad de Información Financiera. En este último, trabajó en distintas áreas, desempeñándose los últimos años como Vocal del Consejo Asesor de la UIF en representación del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, elegido por el entonces Ministro en el marco de un concurso público de antecedentes.
Por su experiencia, capacitación y trayectoria, Germán es especialista en regulación, políticas y procedimientos para la Prevención del Lavado de Dinero y el Financiamiento del Terrorismo. Se unió a Ualá en enero de 2019 para crear la gerencia de Compliance de la compañía, la cual tiene como misión supervisar e impulsar las políticas de control, monitoreo y reporte de operaciones sospechosas, como así también, las del plan de integridad corporativo. Actualmente es el Head of Compliance de la compañía.
El presente nos pide que reimaginemos el trabajo. Y lo estamos viviendo de manera acelerada. Aquellas organizaciones con una mayor capacidad de adaptación serán las que subsistirán y para lograrlo la combinación “persona - tecnología” es un binomio indiscutido.
En este marco entrevistamos a Germán Gordillo, abogado, Compliance Manager en UALA una de las empresas argentinas situada entre las 100 fintech más importantes del mundo. Conversar con profesionales que ya están trabajando inmersos en procesos tecnológicos ayuda a acortar ese camino y para algunos, a darle forma a este presente que nos exige cambios ya. Tendremos que ser realmente buenos en aprender a hacer cosas nuevas. Deberemos tener la mente bien abierta para captar las señales que nos envía el entorno, decodificarlas y rápidamente adaptar nuestra manera de actuar.
A raíz de la situación del Covid 19, ¿Qué cambios has tenido que implementar en tu modo de trabajo?
Una semana antes de que comenzara la cuarentena obligatoria, en Ualá ya estábamos todos trabajando remotamente. Gran parte del equipo, principalmente del área de tecnología ya estaba haciendo home office, pero que lo hiciera toda la empresa era todo un desafío. Y la verdad es que nos adaptamos muy bien. En mi área (Legales), con todo el tema de papelerío, supervisión y monitoreo, poder trabajar con sistemas y que se pueda acceder a ellos a través de VPN nos permitió que todo el equipo pudiera trabajar desde sus casas inmediatamente y como si estuviéramos en la oficina. Hoy todos trabajamos de modo remoto, hacemos reuniones por Zoom o Hangout, podemos usar bien los sistemas, accedemos perfecto a ellos por lo que en ese sentido, si bien fue un cambio de cultura porque todos estábamos acostumbrados a ir a la oficina, no impactó en la performance. Al contrario, hoy aumentó mucho el volumen de trabajo y se pudo responder eficientemente. Fue un desafío para todos, pero el equipo no solo se adaptó, sino que está funcionando igual o mejor que antes.
¿Crees que esas modificaciones permanecerán tras la pandemia ?
Sí, creo que va a cambiar un poco la cultura de trabajo. Se va a establecer un nuevo marco, en donde el teletrabajo va a jugar un nuevo papel y va a ser considerado de otro modo. En nuestro caso, también influyó el modelo de negocio que tenemos, nosotros al tener un producto 100% digital lo interesante era ver si todo lo que es el Back Office, todo lo que está detrás, podía funcionar de modo 100 por ciento remoto y eso se probó y se vio que sí. Creo que esto va a cambiar de acá en adelante, y al menos por unos años, la jornada laboral del modo como la conocíamos.
¿Cuáles son las características que les permitieron a las organizaciones afrontar una coyuntura como la actual?
En nuestro caso, la tecnología y la cultura. Tener una cultura flexible, adaptable, y a su vez el hecho de tener a la tecnología como valor, creo fueron los elementos combinados que permitieron que podamos estar trabajando de modo remoto antes de que todo esto comenzara y eso significó que no tuvieramos que hacer un parate. Al contrario, pudimos seguir con los proyectos... y esto se dio porque ya estabamos familiarizados con estos dos elementos. No hubo un proceso de adaptación o aprendizaje. Esto de cara a los clientes, pero de cara a los empleados y a los procesos internos eso también se replicó y permitió que pudieramos seguir operando con cierta normalidad. Seguimos avanzando en proyectos y cumpliendo con nuestros objetivos a pesar de no estar trabajando en un mismo espacio físico.
¿Crees que la pandemia dejará lecciones aprendidas? ¿Cuáles?
Creo que sí. Esto que hablábamos del trabajo remoto, que es tendencia mundial y que se está viendo en los países que están buscando la reapertura o intentando volver a la normalidad. Pienso que esta normalidad que teníamos antes se va a convertir en un mix y se va a reconocer la posibilidad de hacer teletrabajo y de ver qué herramientas se necesitan para que se pueda hacer home office, poder acceder a la oficina de modo remoto. Creo que es un desafío para muchos, principalmente para aquellas organizaciones que todavía dependen del papel, van a tener digitalizarse y buscar herramientas que les permitan compartir documentos. Todos estos cambios van a generar un impacto significativo en los modos de trabajar. En mi caso, que soy abogado... veo como la Justicia y el poder judicial en este momento tiene muy comprometido su funcionamiento. Como lección aprendida creo que lo que pasó nos permite ver que tenemos una oportunidad de valernos de la tecnología y de incorporarla como parte de una cultura laboral y profesional, usar los recursos que tenemos disponibles.
¿En estos contextos de incertidumbre, se puede planificar?
Es uno de los mayores desafíos, nadie podía imaginar una situación como esta pandemia, el freno que provocó y los conflictos que se generaron a raíz de esto. Lo que estamos viendo es que de acá para adelante vamos a estar viviendo en un mundo con mayores incertidumbres, donde todo pueda cambiar de un día para el otro y ahí creo que la virtud de un líder es la de estar preparado, es ir entendiendo y aprovechando la tecnología, tener en claro un proyecto a futuro pero teniendo en cuenta que esto puede cambiar de un momento para otro. Esto va a depender de los líderes y también de su habilidad para entender estos cambios, que pueden generar roces y tensiones.
¿Qué características tiene que tener un líder hoy?
Tiene que tener claros los costos y beneficios. Por ejemplo, si no se declaraa la cuarentena, ¿cuál era el costo? ¿Qué oportunidad se perdía? Y si extendemos la cuarentena, ¿cuál es el costo que implica? Creo que tiene que haber un sano equilibrio que surje por un lado de valores más importantes, como la salud. Y también ver y ser prudentes con los costos de las medidas que se toman. Creo que se necesitan líderes que sean prudentes y que esa prudencia les permita moverse entre estos dos márgenes, que tomen medidas evaluando sus costos, pero también pudiendo reconocer las oportunidades que surgen. Es muy delicado y difícil de logar, estamos viendo que hoy no es todo tan claro ni tampoco es “blanco o negro”. Viendo las empresas hoy, creo que las que han mostrado mayor adaptabilidad son las que tienen líderes observadores de lo que pasa y que pueden anticiparse a lo que pasará. Por ejemplo, como pasó en Ualá que pudimos empezar a trabajar de modo remoto antes de que se tomaran las medidas obligatorias, fue porque estaban observando lo que pasaba y estaban dispuestos y abiertos a aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología. Creo que se adaptaron quienes supieron ver esta oportunidad.
Germán es Abogado, egresado de la Universidad de Buenos Aires con Diploma de Honor. Realizó posgrados en la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado y una Maestría en Derecho Administrativo en la Universidad Austral. Cuenta asimismo con una certificación del GAFILAT como participante del Seminario de Evaluadores en el Marco de la Cuarta Ronda de Evaluaciones del GAFI, en Lima (2014).
Su carrera profesional transitó por el sector público, en el Ministerio de Economía y la Unidad de Información Financiera. En este último, trabajó en distintas áreas, desempeñándose los últimos años como Vocal del Consejo Asesor de la UIF en representación del Ministerio de Hacienda y Finanzas Públicas, elegido por el entonces Ministro en el marco de un concurso público de antecedentes.
Por su experiencia, capacitación y trayectoria, Germán es especialista en regulación, políticas y procedimientos para la Prevención del Lavado de Dinero y el Financiamiento del Terrorismo. Se unió a Ualá en enero de 2019 para crear la gerencia de Compliance de la compañía, la cual tiene como misión supervisar e impulsar las políticas de control, monitoreo y reporte de operaciones sospechosas, como así también, las del plan de integridad corporativo. Actualmente es el Head of Compliance de la compañía.